Principios Son los elementos o esenciales originales, las diferenciaciones fundamentales, sobre y de las que se han formado todas las cosas. Empleamos dicho término para designar los siete aspectos individuales y fundamentales de la Realidad única universal en el Kosmos y en el hombre. De ahí también los siete aspectos en su manifestación en el ser humano: divino, espiritual, psíquico, astral, fisiológico y simplemente físico. (En el hombre, lo mismo que en el Cosmos o universo, se cuentan siete Principios. Cada principio humano tiene correlación con un plano, un planeta y una raza, y los principios humanos están, en cada plano, en correlación con las séptuples fuerzas ocultas, algunas de las cuales (las de los planos superiores) tienen un poder tremendo. (Doctrina Secreta, I, 19). Se han expuesto diversas clasificaciones de los principios humanos. En primer lugar, tenemos la vulgarísima y elemental división binaria en cuerpo y alma, sustentada hoy día por gran número de psicólogos ortodoxos, a pesar de la división ternaria en cuerpo, alma y espíritu, claramente expresada por San Pablo (I Tesalom, V, 23; Hebr., IV, 22) y por varios Santos Padres (Orígenes, San Clemente de Alejandría, etc.). Tenemos luego la división cuaternaria, segun se halla descrita en el sistema Târaka-Râja-Yoga, fundada en los cuatro principales estados de conciencia del hombre, esto es: estado despierto o de vigilia, de sueño con ensueños, de sueño profundo sin ensueños, y de éxtasis trascendente, los cuales corresponden respectivamente a los cuatro principios humanos: cuerpo físico, alma animal e intelectual, alma espiritual, y Espíritu. Hay también la división quinaria o vedantina, que considera en el hombre cinco kozas o envolturas llamadas Annamaya Koza (o cuerpo físico), Prânamaya Koza (que comprende el principio vital o Prâna y el doble etéreo o cuerpo astral), Manomaya Koza (alma animal y las porciones inferiores del Manas o principio intelectual), Vijñânamaya Koza (alma intelectual o esencia mental), y Ânandamaya Koza (alma espiritual o Buddhi). En esta clasificación no se halla incluído el Âtman, que por razón de ser universal, no lo consideran los vedantinos como principio humano. Hay, por último, la clasificación esotérica, o mejor dicho, semiesotérica, llamada septenaria, cuyos siete principios, empezando por el superior, se enumeran generalmente de este modo: 1) Âtman (Espíritu); 2) Buddhi (alma espiritual); 3) Manas (mente o alma humana); 4) Kâmarûpa (alma animal, asiento de los instintos, deseos y pasiones); 5) Prâna (vida, o sea la porción de Jîva que el cuerpo físico se ha apropiado); 6) Linga-zarîra (cuerpo astral, o doble etéreo, vehículo de la vida), y 7) Sthûla-zarîra (el cuerpo físico, moldeado sobre el Linga-zarîra) (Doctr. Secr., I, 177 y II, 627). En rigor, sólo deben contarse seis Principios, puesto que el Âtman o Âtmâ no se ha de considerar como tal, puesto que es un rayo del Todo Absoluto y es la síntesis de los "seis". (Id., I, 252, 357). Los materialistas acogerán sin duda con burlona sonrisa la Principios
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