Râmâyana (Sânscrito) Es el famoso poema épico indo que corre parejas con el Mahâbhârata. Parece como si este poema fuese el original de la Ilíada, o viceversa, con la excepción de que en el Râmâyana los aliados de Râma son monos, acaudillados por Hanumân, así como aves y otros animales monstruosos, todos los cuales pelean contra los râkchasas o demonios y gigantes de Lankâ. (El Râmâyana describe, como expresa su mismo nombre, "las aventuras de Râma". Es el más antiguo de los poemas épicos sánscritos, y fue escrito por Vâlmîki unos cinco siglos antes de J. C., segun se supone, y recibió su forma actual un siglo o dos más tarde. Los manuscritos de esta epopeya varían considerablemente. Hay dos textos revisados, el del Norte y el de Bengala, siendo el primero de éstos el más generalmente conocido en Europa. El Râmâyana, dice Michelet, no sólo es un poema, sino una especie de Biblia que contiene, además de las tradiciones sagradas, la naturaleza, la sociedad, las artes, el país indo, los vegetales, los animales, las transformaciones del año en el singular encanto de sus diversas estaciones? Lejos de ser un caos, las variedades concordantes se engalanan con un hechizo mutuo. Todo es amor allí, todo amistad y recíproco afecto; todo plegaria a los dioses, respeto a los brahmanes, a los santos y a los anacoretas, siendo en este último punto, sobre todo, inagotable el poema. -Como es de suponer, todo el Râmâyana es alegórico. Alude a la gran guerra entre los "Hijos de Dios" y los Hijos de la negra Sabiduría -nuestros antepasados, o entre los Adeptos atlantes y los arios. Râma es el primer rey de la dinastía divina de los primitivos arios; y Râvana es la personificación simbólica de la raza atlántica (Lankâ). Los primeros eran la encarnación de los dioses solares; los segundos lo eran de los devas lunares. Esta es la gran batalla entre el Bien y el Mal, entre la Magia blanca y la negra. (Doctr. Secr., II, 520). He aquí expuesto de una manera muy suscinta el argumento del poema: El anciano y justo Dazaratha, rey de Ayodhyâ, deseando aligerarse del peso de la corona, disponíase a compartir el gobierno del reino con su primogénito Râma, que debía sucederle en el trono. Pero Kaikeyî, una de sus cuatro esposas, recordando al soberano el cumplimiento de una promesa, le obligó, con harto pesar suyo, a desterrar a Râma, y en su lugar poner en el trono a su hijo Bharata. Râma, obediente al mandato de su padre, se encamina a la selva de Dandaka, situada entre los ríos Yamunâ y Godâvarî, en donde había de permanecer por espacio de catorce años, acompañado de su esposa Sîtâ (hija de Janaka, rey de Mithilâ) y de su fiel hermano Lakchmana. Poco después del destierro de su amado hijo, murió el anciano rey atormentado por crueles remordimientos, pero Râma continuó viviendo en la selva todo el tiempo prescrito, a pesar de las instancias de su buen hermano Bharata para que, como hijo primogénito, fuera a ocupar el solio regio vacante por la muerte de Dazaratha. Un día, habiendo salido Râma en persecución de una gacela, el Râmâyana (Sánscrito)
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